LV: Nada...
o, mejor dicho: Todo. Es una novela donde he tratado de ir al grano
en cada momento. Es sintética y despojada de estilismos. Tiene
mucho ritmo. No pretendo hacer reflexiones ni enervar la trama con
aquellas complejidades que suelen gustarle a algunos de mis lectores.
Mi objetivo es que el lector disfrute y participe. Al final de la
obra hay un mensaje a los usuarios de la web... En la novela trato
de reivindicar un aspecto importante de mi obra, que se vincula con
internét.
E: Los elementos políticos en esta novela ¿son un dato
más o un punto de partida?
LV: No
creo que sea solo un dato más, tampoco un punto de partida...
Creo que el marco político -si pudieramos llamarlo así-
de esta segunda parte, se circunscribe al que ya existía en
la primera... No creo que necesite aclarar que escribo ficciones,
no manifiestos...
E: ¿Por qué los héroes de esta historia son burgueses?
LV: Ja.Ja...
bueno... eso sí que es toda una observación... quizás
para ser justo.... El cacerolazo fue un movimiento burgués...
una protesta de la clase media... una clase media que quiso verse
durante más de una década en la pantalla de holywood...
una clase media argentina con sueños americanos... Creo que
se habían acostumbrado mucho a esa idea... La convertibilidad
había sido parte de aquella fantasía...
E: ¿El
tema del cambio de identidad en el personaje tiene algo que ver con
esto?.
LV: Mmm...
Puede ser...
E: ¿Las resoluciones y decretos que menciona en la novela son
reales o es una ficción también?
LV: Son
reales... eso es un dato testimonial que te invito a corroborar por
internét... Solo tenes que hacer lo mismo que hizo el personaje
de la novela para conseguirlas. Además, existe una causa judicial
que está en trámite actualmente sobre ese tema, que
pasó desapercibida para los medios, como suele suceder con
los temas verdaderamente importantes.
E: Tu
libro está lleno de sorpresas...
LV: Bueno,
entonces tratemos de que sean sorpresas para todos y no hablemos más
de él hasta se formalice el lanzamiento.
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